sábado, 12 de abril de 2014

Puestos los ojos en el que levantaron

A un mes de mi servicio cordobés, me encuentro con la Semana Santa y la Pasión es el lenguaje del amor de Jesús.

Me vestí con ese ornamento rojo que me regalaron para recordarles y tenerles en la oración.  Fue como revestirme de toda la fuerza orante de los que me enriquecieron con la alegría y la paz de más de ocho años y donde experimenté a un Dios cercano y amistoso que me llena de esperanza.  Cuando me lo puse, fue como mirarlos en mi camino y en mi vida para permanecer y hacer lo que Dios me pide en este momento. Celebré con todos uds. y me siguieron hablando de un Dios amigo que me preguntaba como a ese discípulo que le traicionaba diciendo esa palabra mágica: Amigo.

Tengo que aprender a descubrir a Dios en los rostros nuevos que me regaló, porque todavía copio los de uds en las caras que miro de mi nueva gente.  Y a decir verdad que lo estoy logrando.  Estoy haciendo con amor el camino y la presencia en cada uno de los grupos y de los servicios que me pide la Parroquia: la catequesis, las celebraciones, las confesiones, la atención a los enfermos y la unción a los de las clínicas  vecinas, el bajar tantas veces las escaleras y atender a los que vienen al despacho, el ir a saludar en los diversos momentos a los que sirven en tantas obras de la casa, como caritas, el ropero parroquial, los grupos que se reúnen que no son pocos.  Es todo un aprendizaje que me ayuda a estar despiertos y hace que mis días pasen volando.  Y lo más triste de todo es que aún tengo tiempos perdidos en cosas que no valen la pena.

Pero tengo ilusión con potenciar ya el lunes el primer acto penitencial comunitario para darle gracias a Dios por los caminos que abre en este campo de la vida espiritual y de la misericordia divina.  Todos se maravillan de la propuesta, pero le dejo a Dios que haga su efecto y muestre los nuevos caminos para este sacramento.   Me hace recordarlos a todos uds y la ayuda que me daban en la oferta de este acto penitencial. Dios siempre fue muy grande en esta oferta.  Lo mejor siempre se lo dejo a Dios.  Yo preparo lo mejor que puedo todo y le dejo a Dios que siga siendo el centro de todo en la persona divina de Jesús.

Gracias, me sentí unido a uds vestido de rojo en este día de Ramos.  Seguimos unidos en la oración, en la Eucaristía y en la vida de cada día.

Abrazos y oraciones:

fco. javier jaramillo j.  ocd

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